miércoles, 5 de septiembre de 2018

REVELAMOS EL SECRETO

Mi historia no es la más idílica, ni más romántica, ni el cuento de hadas que siempre nos han vendido desde que somos pequeñas. Tampoco es la mayor historia de amor, y por supuesto tampoco es la historia con menos sentimiento, porque a pesar de todas las adversidades hemos conseguido salir a flote.
¿Alguna vez habéis escuchado la frase de que el amor con el tiempo se desgasta? O ¿qué el amor para siempre no existe?
Pues si algo he aprendido en todos estos meses, es que el amor no se desgasta con el tiempo, se desgasta porque tu mismo dejas que se desgaste, y pasas mucho tiempo de tu vida preguntándote 
¿Por qué ha cambiado tanto la actitud de mi pareja? En vez de preguntarte ¿por que he cambiado yo?

La maternidad y paternidad nos llegó de pronto y de golpe. Sinceramente no tuvimos tiempo de amarnos despacio. No tuvimos tiempo de acariciarnos jugando y no tuvimos tiempo de mirarnos y escucharnos. Fuimos fuego que ardía al rojo vivo y fuimos intensos, atrevidos y alocados.
Adorábamos sentirnos así. Adorábamos dormir abrazados, inventarnos nuestros pequeños planes, nuestra simplicidad y la forma en la que nos besábamos a diario. A pesar de todas nuestras grandes diferencias . Incluso había discusiones y grandes también e igualmente intensas y soberbias, porque como os he contado al principio, mi historia no es de cuentos de hadas, pero aún así nos vencía el deseo, pero no tuvimos tiempo.
Porque un día todo cambió. Llegaron las personas más importantes en nuestras vidas, nuestros hijos. 
De pronto nuestra rutina cambió y todo nuestro tiempo era dedicado a ellos. No es algo extraño, más bien es ley de vida. Todo el amor que nos cabía en el corazón se lo dimos a ellos y tanto fue así que nos olvidamos nosotros por completo. Olvidamos de golpe todo lo que habíamos sido y nuestro día a día se transformó en trabajo, rutinas y cuidar a los hijos. Nuestros días acababamos muertos de cansancio y con el único pensamiento en llegar a la cama para poder dormir. Nuestros pequeños momentos lo dedicábamos a nosotros, pero por separado. Porque sentíamos la necesidad de encontrarnos a nosotros mismos por solos. Nos volvimos egoístas y todo lo que fuimos, sentíamos, hablabamos y reíamos se marchitó. Se fue volando.
Era como si nunca lo hubiésemos vivido, porque ni al mirarnos de reojo encontrábamos ningún tipo de sintonía.

Pero dicen que en la vida hay que tocar fondo muy profundo para darte cuenta de las cosas y resurjir con más fuerza. Que debes aprender primero a volver a quererte a ti mismo. Porque para poder dar amor verdadero, primero debes amarte tú. Que debes querer con fuerza ser feliz, porque si no puedes ser feliz no podrás trasmitirle a tus hijos la positividad que quieres que tengan en la vida.

Ese día llegó, ante tanta lágrima y llegó resurgiendo con ese amor escondido. Las última mirada triste llamando a gritos tener tiempo caló en nuestras vidas. Por primera vez en casi 4 años, de verdad los dos queríamos cambiar la actitud de corazón. Pasar más tiempo solos, expresar sentimientos y hablar de como nos sentíamos y el daño que teníamos en nuestros corazones.

Entre lágrimas nos dijimos una y mil veces que nos amabamos y que queríamos luchar por intentar tener una relación sana pensando en el otro y en equipo. Ya no solo por los peques si no por nosotros, por nuestra relación, por nuestra familia y por dar lo que siempre enseñamos a los niños. “Amor”

Empezamos a sacar ratos para nosotros solos pero juntos. Da igual si era para ir a cenar, estar en la playa solos una hora o ver una peliículade una hora y media. Son necesarios estos momentos en la vida de una pareja.
De pronto un día en una reunión de amigos, entre bromas, risas y muchas horas de mirarnos intensamente, se arrodilló en mitad de la calle, me miró a los ojos y me pidió que nos casáramos.
En ese instante me dijo tantas cosas, frases que nunca había escuchado salir de sus labios. Abrió su corazón y expresó todos sus sentimientos que tenía guardados en lo más profundo.
Cuando le respondí no se lo creía. Solo hacía decirme ¿de verdad? ¿pero es de verdad? No daba crédito.
En ese momento y lugar fue cuando me dí cuenta que me había pasado muchos años siendo muy fría. Ahí en ese instante fue cuando me dí cuenta que me había pasado muchos años reprochando y culpándolo sin darme cuenta que yo también le estaba haciendo daño. Así que lo besé y le volví a decir que si muy fuerte y abrazándolo.

A la mañana siguiente me sentía rara. No podía creer lo que había pasado. Porque si os soy sincera, los planes de boda nunca habían sido algo que me rondara la cabeza, ni me hiciera ilusión. Siempre desde muy jóven había dicho que nunca iba a casarme. Que ese acto no se había inventado para mi e incluso lo había gritado a los cuatro vientos. Pero ahí estaba yo esa mañana, abrazándolo, mirándolo y ahí estaba él, ilusionado como un niño pequeño con zapatos nuevos.

Que curiosa es la vida.... nunca se puede decir de este agua no beberé. Así que después de creerlo, afrontarlo, pensarlo e imaginarlo tengo la ilusión de compartir este día con mi familia y los nuestrosy por supuesto él.

Y así de golpe y porrazo decimos:
                                                                      “Nos casamos”



Aprovecho esta ocasión tan especial para nosotros para contaros la anécdota de esta ilustración de @martosauriuss la cual nos llegó justo al día siguiente de la pedida. nadie sabía aún nada y nos encantó porque aparte del amor, dedicación y el tiempo que habrá echado Marta para sacar todos nuestros detalles, nos llamó la atención que si os fijáis en la ilustración Jose parece que está declarando todo su amor hacía a mí con el ramo de flores. Nos emocinó tanto el detalle que hemos dedicido darle hueco a ella para realizar algo muy bonito para nuestro día especial.
     ¿Qué creéis que sera?

Os animo a que me escribáis en comentarios que se os ocurre.
Si queréis echar un vistazo a todos sus trabajos que son preciosos podéis verlos en su perfil de instragram @martosauriuss


      
 Os irémos informando de todod poco a poco. Os prometo que serña muy emocionante. 

No dudéis en seguirme en las redes sociales donde subo contenido exclusivo y adelantos de los post.   
  


2 comentarios:

  1. La invitación???? Es brutal el texto me ha encantado leerte... Me siento tan identificada... Pero hay una frase muy bonita... Primero hay que quererse a uno mismo para amar a otro... Enhorabuena familia sed muy felices!!

    ResponderEliminar
  2. Unas palabras preciosas y desde el corazón, enhorabuena, familia.

    ResponderEliminar